Pues bien, ayer leyendo uno de mis blogs de cabecera me encontré con la siguiente pregunta que me ha recordado a las elecciones que me suele proponer mi amigo y que os traslado a vosotros:
Imaginaos que tenéis que comprar o alquilar un piso. Encontráis dos pisos prácticamente iguales y del mismo precio y da la casualidad de que están en la misma calle. De hecho están situados uno justo enfrente del otro. La única diferencia es en que uno tiene una fachada mediocre tirando a fea y el otro tiene una fachada maravillosa, perfecta, con el número justo de adornos, cenefas y repisas. ¿Con cuál de los dos pisos os quedaríais?"
Pensadlo, pensadlo. Pero tampoco mucho porque sino os volveréis locos. La respuesta en el blog de Rafel Barceló.