martes, 1 de julio de 2008

Campeones de Europa



España ha ganado la Eurocopa. Tengo que reconocer que hace un mes no esperaba este final ni de lejos. Fue después del Mundial de 2002 cuando perdí definitivamente la esperanza de ver a la selección española levantar el trofeo en una gran cita. Demasiadas decepciones. Cada dos veranos, una nueva. El Mundial de Naranjito, la cantada de Arconada, el penalti de Eloy ante Bélgica después de la exhibición del Buitre en el estadio La Corregidora de Querétaro, el gol de falta de Stojkovic por el hueco que dejó Míchel en la barrera, la ocasión de Salinas y el codazo de Tassotti a Luis Enrique, los fallos de Hierro y Nadal en Wembley en la única tanda de penaltis que ha ganado Inglaterra en toda su historia, el balón a las nubes de Raúl en el penalti que le sacó el Pitu Abelardo a Barthez cuando el partido agonizaba y la gota que colmó el vaso de mi paciencia, el robo de Corea. Aquel sábado por la mañana tiré la toalla. Cuando más fácil lo teníamos, más fuerte era la caída. Y si alguna vez nos la jugábamos a cara o cruz en los penaltis, irremediablemente salía cruz.

La eliminación en la primera fase de la Eurocopa de Portugal y la del último Mundial cuando íbamos a jubilar a Zidane no me harían cambiar de opinión precisamente. Pero el domingo pasado en la tanda de penaltis contra Italia la selección española de fútbol cambió su historia para siempre. De haber ganado los italianos se seguiría hablando de la maldición de los cuartos de final y de nuestro fatalismo histórico pero esta selección demostró ser un equipo ganador. La victoria en los penaltis ante Italia supondría el punto de inflexión en una historia plagada de fracasos. Después de superar a los transalpinos y nuestra tradicional barrera de cuartos, tanto Rusia en la semifinal como Alemania en la final fueron muy inferiores a la selección española y no tuvieron apenas opciones de victoria.


Cuarenta y cuatro años después del mítico gol de Marcelino, España vuelve a reinar en Europa. Y no parece ser un punto y final. España ha dominado la Eurocopa de principio a fin con una selección joven que juega al fútbol con un estilo propio y, además, con mucho recorrido todavía por delante. Y no sólo eso, las dos generaciones que vienen detrás también han sido campeonas de Europa de su categoría. La larga travesía del desierto ha terminado.

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